Por Dante Sosa
Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, estuvo en diálogo con TyC Sports a través de comunicación telefónica y se refirió a la agresión de los hinchas del Canalla a Maximiliano Olivera en el Gigante de Arroyito y del inentendible operativo de seguridad que se llevó a cabo.
"Fue lamentable lo que hicieron. Nada es casualidad. Conmebol sabrá qué es lo que tiene que hacer", dijo el máximo mandatario del Mirasol que acusó a las autoridades a que los hinchas tengan que pasear por la peligrosa ciudad de Rosario en la previa al encuentro, incluso alejándose cada vez más del acceso al estadio.
La noticia positiva después del escándalo es que Maximiliano Olivera se encuentra bien de salud luego del corte sufrido en su rostro, producto del impacto de una piedra proveniente desde la parcialidad del público local cuando el partido ya había finalizado.
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"Agarré la piedra rápido para mostrársela al veedor y la gente se me vino encima. Ningún dirigente de Central se preocupó por Olivera", mencionó Ruglio, indignado por la situación, dejando un mensaje entre líneas que querían ocultar las pruebas de lo sucedido.
Existen tres tipos de castigos que pueden ajustarse a lo sucedido para el equipo rosarino: deportivo, económico y/o clausura del estadio. Acá se hace foco en el Artículo 64 de los Estatutos de la CONMEBOL, que cuenta con un abanico de desenlaces para estos casos.
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