Por Dante Sosa
En el mercado de pases de invierno, uno de los futbolistas de la Selección de Uruguay Sub-20 campeona del mundo que pudo tener un salto en su carrera y cambiar de club fue Matías Abaldo, quien se mudó desde Defensor Sporting a Gimnasia y Esgrima La Plata del fútbol argentino y de hecho recientemente fue convocado por Marcelo Bielsa para los entrenamientos de cara al Preolímpico Sub-23.
El externo charrúa llegó al cuadro platense en una complicada situación, dado que el equipo se encontraba peleando en la parte baja de la tabla de posiciones para conseguir la permanencia en Primera División, la cual terminaron consiguiendo hace poco más de una semana después de vencer a Colón de Santa Fe en un caliente desempate.
Abaldo tuvo un gran semestre jugando para el Lobo, ya que, ni bien llegó, se calzó los botines y marcó un gol y cedió una asistencia en su debut. Desde ese entonces se ganó la confianza del entrenador Leonardo Madelón y no salió más del equipo titular, convirtiéndose en una de las figuras indiscutidas.
En total, Trompetita jugó 11 partidos en el conjunto Tripero, en los cuales anotó dos goles y cedió una asistencia. Su relación con los hinchas del equipo argentino era bastante positiva, pero ahora todo cambió: Peñarol mostró interés en hacerse con los servicios del extremo, que tiene contrato con Gimnasia hasta diciembre del 2024, y el futbolista fue tildado de traidor por lo que dijo ante la prensa.
A los hinchas de Gimnasia no les gustó nada lo que dijo Matías Abaldo en diálogo con Radio Carve Deportiva: “Hay un interés real de Peñarol, pero se lo dejo a mi representante que lo va a manejar de la mejor manera. Yo no le cierro la puerta a ningún equipo", explicó.
05/07/2024
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