Por Dante Sosa
Los hinchas de Peñarol exigen respuestas y el equipo no las da dentro de la cancha. Parece que haber salido campeones del Torneo Apertura, incluso habiendo ganado el clásico ante Nacional en dicho certamen y siendo actualmente los líderes en la tabla anual, no fue suficiente para la gente que cada vez se encuentra más impaciente.
Ya eliminado de la Copa Sudamericana a falta de un partido por disputarse y con 5 derrotas de 5 posibles, lo que le queda a Peñarol es centrarse en el ámbito local, pero allí tampoco está teniendo un buen desempeño: actualmente ocupa la última posición en la Zona 1 del Torneo Intermedio y los cuestionamientos hacia el equipo no cesan.
Ayer el Mirasol se enfrentó ante Montevideo Wanderers con la obligación de conseguir una victoria para empezar a salir de la crisis, y en lo que fue la primera presentación de Juan Manuel Olivera como entrenador interino el conjunto aurinegro se volvió con un empate sin goles que dejó con sabor a poco a todas las partes.
Ahora la próxima parada de los dirigidos por Olivera será el jueves venidero desde las 21 horas en condición de local ante el América MG de Brasil por la última jornada de la Sudamericana, donde el Carbonero ya no tiene nada en juego. Mientras programa dicho encuentro, el entrenador y la dirigencia deben afrontar el clima hostil que los atormenta.
Tras la igualdad en cero del Manya ante Wanderers, una ensordecedora silbatina acompañada de insultos cayó desde las tribunas del Parque Viera hacia los jugadores aurinegros, pero eso no fue lo único: también varios proyectiles procedentes de las cabeceras principales impactaron contra el ómnibus que trasladaba a los jugadores. ¿Será sancionado el club?
05/07/2024
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